La expresión artística de las emociones permite dar pie a interpretaciones desde distintos ángulos, se puede hablar de amor en un punto explosivo donde la canción no necesariamente evoca el sentimiento, podemos ser tundidos desde la explosión de la batería para hablarnos de homofobia.
La masculinidad tóxica, la xenofobia política y la falta de igualdad en el mundo son temas interminables que han sido sublimados en las diversas ramas del arte, uno de los medios más impactantes y hermosos que reivindican al ser humano, es a través de estas expresiones donde no importa el idioma, las fronteras y todas las cosas que nos hemos inventado para separarnos en tiempos donde deberíamos estar más unidos.
Estamos segregados por voluntad propia y aún así somos segregadores y marionetas de las redes, es ridículo que en tiempos donde la información pulula nos encontremos más desinflamados que nunca, los pensamientos separatistas van desde el color de piel hasta la aseveración de que somos lo que aparentamos sin escarbar en la personalidad del ser para encontrar puntos de convergencia.
Teniendo estos preceptos en cuenta es que una banda oriunda de Bristol ha llevado como bandera el rompimiento de la imagen y sonido que les ha caracterizado por ser disruptivos y políticamente incorrectos a la hora de crear, encontrando mensajes de amor y unidad en canciones que no necesariamente suenan a la emoción presentada.
Fue en 2017 cuando después de lanzar Ep´s donde la búsqueda de identidad y sonido se cuajaban es lanzado Brutalism de IDLES, la lírica de Mother se apoderó como emblema para sintetizar el enfoque del cuarteto que con poder sonoro nos pidió a gritos darnos cuenta de los males conocidos pero no visualizados durante mucho tiempo en la música.
Joy As An Act Of Resistance del 2018 fue el nombre del disco que definió la rebeldía a partir de la felicidad, Samaritans el himno elegido para destrozar al machismo que se cuece no sólo en latinoamérica, la estupidez del hombre como género y todo aquellos que nos han sembrado desde la infancia.
Cada disco de Idles cuenta con poderosos mensajes, sería difícil comprimirlos en uno sólo, el viaje al que nos sumergimos al recorrerlos llega taladrando el cerebro para que no se vaya nunca de nosotros y el inconsciente nos recuerde a cada palabra escupida por Joe Talbot donde ha encontrado el refugio para hablar de sus demonios y así expulsarlos en directos que jamás pasan desapercibidos.
En esta entrega, IDLES con The End, la canción que nos invita a luchar y disfrutar de esta vida tan llena de matices reducida a una frase, a pesar de todo, la vida es hermosa.