Por: Equal Music
Actualmente nos encontramos en una sociedad cuasi distópica que parece buscar cualquier pretexto para confrontarse, si el pensamiento o realidad del otro no concuerda con el nuestro la reacción lejos de buscar soluciones se vuelve un campo de batalla.
Curiosamente las redes sociales creadas para acercarnos han fungido como armas separatistas, detrás del anonimato de las palabras existen personas insatisfechas que buscan cualquier flama para crear un incendio.
Ante esta realidad existen movimientos que han buscado alejarse de la tecnología para tener experiencias físicas, el regreso a lo básico, la integración como base y no temerle a los avances sino saber integrarlos para que estos funcionen a nuestro favor.
Dentro de esos personajes en Toronto se fue gestando un artista que cimbró las listas de artistas independientes canadienses, observando como la sociedad parecía abrazar el bullicio más que la tranquilidad, el minimalismo de su música refleja contextos de encierro voluntario donde se disfruta de la compañía de uno mismo.
En los ejercicios solitarios se dan revelaciones que en contexto masivo no comprenderíamos, la introspección nos confronta con esos miedos frente a frente teniendo como resultado al emisario del synth pop ochenteno, R&B ejerciendo el arte de matizar cada instrumento para envolverlo en un todo, Seth Nyquist creó a MorMor como una promesa que se volvió realidad.
Heaven´s Only Wishful se salió de centro al pasar entre críticos, programadores y oyentes que Nyquist no esperaba y probablemente no deseaba, por lo menos en ese momento, a partir de ahí se consolidó una de las propuestas más puras teniendo como base la constante de aprender a vivir consigo mismo.
MorMor ha lanzado música sin presiones, tomándose el tiempo de construir emotividad y un falsete ya característico en sus canciones, después de 2 años en silencio el regreso con Far Apart resuena entre sus seguidores esperando más música.
En esta entrega, Far Apart de MorMor, canción que en palabras del artista nos expone “sobre la toxicidad que ocurre en una relación cuando ambas personas aún no se han enfrentado a sus propios demonios internos”.